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Un masaje erótico es una experiencia increíblemente extraordinaria. La mayoría de personas desconoce todos los beneficios que aporta un masaje erótico, tanto si lo quieres practicar en la intimidad de tu casa como si deseas cumplir esta fantasía en un centro de masaje especializado. Esta técnica de estimulación erótica se ha propagado como la pólvora alrededor del mundo gracias a sus diversas ventajas y a esa chispa erótica que es capaz de avivar cualquier fuego.
Una experiencia distinta
El arte del masaje erótico se traduce en la habilidad de la masajista de no solamente centrarse en el masaje en sí, sino en establecer un ambiente de relajación completo y de conseguir que el receptor conecte con su sexualidad. El secreto para conseguir un orgasmo más satisfactorio y prolongado reside en la relajación del cuerpo y de la mente.
Este tipo de masajes ofrece una experiencia completamente diferente ya que permite a la masajista el acceso a las zonas de nuestro cuerpo que normalmente no son de fácil acceso. En el caso de las parejas, el masaje erótico es el juego previo por excelencia. Ambos amantes pueden relajarse y disfrutar de sus cuerpos de manera más tranquila. Nosotros te indicaremos las claves para conseguir un masaje erótico inolvidable.
Crea el ambiente ideal
Para poder disfrutar de un masaje erótico de lo más relajante y sensual, es importante que se cree el ambiente adecuado para poder alcanzar un grado de relajación extraordinario. Hay varias cosas que se deben tener en cuenta a la hora de establecer una atmósfera perfecta, ya que todos nuestros sentidos serán partícipes de esta experiencia única. La luz y la música adecuada son dos de los componentes más importantes para que los resultados del masaje sean satisfactorios.
Empieza lentamente
Los primeros 20 minutos se deberían dedicar a realizar un masaje como cualquier otro, concentrándose en la espalda y en los hombros, que son las zonas donde se suelen acumular más las tensiones. No es aconsejable dirigirse directamente a las zonas erógenas porque es aconsejable que el cuerpo del receptor esté completamente relajado antes de empezar a masajear el área genital.
El juego de la provocación
Una vez se ha acabado de masajear las partes del cuerpo más normales como la espalda, el cuello, los brazos... comienza el momento de masajear las zonas más erógenas del cuerpo.
Sin embargo, siempre es aconsejable intentar hacer de ello un juego. No hay nada mejor que molestar a alguien cariñosamente. Esto significa que, en lugar de masajear directamente las partes íntimas, se puede empezar por acariciar la parte interna de los muslos para crear expectativas sobre lo que se vaya a hacer a continuación.
El masaje erótico
Después de jugar al juego de la provocación, poco a poco, la masajista puede proceder a realizar el masaje erótico basado en las partes erógenas del receptor. Para el masaje en sí, se recomienda variar el ritmo prestando atención a los gestos del receptor, por ejemplo, según el ritmo de su respiración o según sus gemidos. De esta manera, es más fácil identificar sus deseos. Muchas masajistas profesionales paran justo antes de que el receptor del masaje alcance el orgasmo y empezar de nuevo, porque de esta manera se puede ayudar a prolongar la eyaculación.
El final
Aunque no siempre es necesario, el orgasmo es una parte importante del masaje. Con el cuerpo relajado gracias al masaje tradicional y el tiempo invertido en los juegos previos, alcanzar un orgasmo satisfactorio no debería ser un problema.
