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Las orejas es una de las zonas más erógenas del cuerpo que tienen una respuesta refleja en otras partes del cuerpo, entre ellas los pezones y los genitales. Por eso es una de las zonas erógenas más potentes que podemos aprender a masajear y besar. Las orejas no solo formarán parte de tus preliminares sino que te pueden llevar al orgasmo.
Las zonas erógenas son áreas de la piel donde hay muchas terminaciones nerviosas. Al tocar estas zonas pueden causar excitación porque son muy sensibles al tacto. Cuando se experimenta el sentido del tacto no solo hace referencia a las caricias, también se puede experimentar agarrando, lamiendo o incluso dando pequeños mordiscos. En general cualquier zona de la piel puede ser erógena, pero cada persona suele tener zonas diferentes o más destacadas que otras por eso siempre es fundamental la comunicación con la otra persona.
Para estimular una zona erógena siempre se tiene que empezar con movimientos suaves y sensuales y luego ir aumentando la presión o combinarlos con mordiscos y lametones. En el caso del masaje erótico en las orejas, puedes empezar acercándote a su oreja y después susurrar algún comentario cariñoso o excitante a la otra persona. Así empezará a sentir expectación por lo que va a experimentar y eso hará que sienta mucho más deseo. Recuerda que la excitación no es solo una respuesta a un acto físico, también es psicológica.
Lo sorprendente es que con esto conseguimos aumentar el deseo que siente la otra persona sin que hayamos empezado aún a tocar. Además estimular las orejas erotiza la situación de una manera totalmente nueva donde la otra persona debe dejarse llevar, lo que hará que este momento sea mucho más íntimo.
El primer contacto debe ser en los lóbulos de las orejas, son altamente sensibles al roce de la lengua, caricias, mordiscos suaves o incluso solo la respiración. El gran secreto está en combinar dos técnicas, el mordisco en los lóbulos y una respiración suave, el resultado es inmediato y provoca una gran excitación para este momento tan íntimo.
Después exhala un aliento suave y cálido dentro y alrededor de la oreja junto con algún mordisco suave y altérnalo con besos en el cuello y las mejillas. Muchas personas tienen estas zonas tan sensibles que el contacto más simple las hace temblar de excitación.
Una vez has empezado con los lóbulos, masajéalos en círculos durante unos 20 segundos. Y poco a poco sube desde la base de la oreja hasta la punta.
Uno de los trucos que va a hacer que este masaje sea mucho más excitante es el aceite afrodisíaco. Sorprende a la otra persona aportando un extra de sensaciones con el efecto frío/calor que consigues al aplicar un poco de aceite afrodisíaco y soplando encima. Si quieres dar otro paso más allá, lo mejor es que el aceite sea comestible, así podrás jugar con tu lengua y hacerle sentir como nunca antes. Además el aceite siempre es recomendable en cualquier masaje erótico porque facilita la fluidez del movimiento del masaje y aporta sensaciones muy agradables.
Una vez has aplicado el aceite, suavemente introduce el pulgar en el oído y presiona con delicadeza hacia abajo. Acaricia toda esta zona de abajo hacia arriba en círculos. Esta zona está conectada con el nervio vago, este es un nervio muy importante que pasa por el cráneo, los pezones y los genitales.
Además, el nervio vago está implicado en el orgasmo, así que te aseguramos que a la otra persona le gustará este masaje mucho más de lo que podría haber imaginado.
También son importantes las zonas de alrededor de las orejas, el cuello es una de las más importantes por dos motivos. Estimular una zona cercana permite que dejemos de centrar la atención en la zona erótica de las orejas, esto crea expectación por saber cuándo va a volver a ser estimulada. Además, el cuello también es otra de las zonas erógenas más importantes y es mucho más conocida.
Acaricia la piel delicadamente desde el cuello hasta llegar a sus clavículas durante el tiempo suficiente como para que la otra persona disfrute de esta nueva zona y a la vez desee que vuelvas a las orejas. Cuando creas que ha llegado a este punto, vuelve a las orejas y haz círculos alrededor de ellas, luego vuelve al cuello y repite sucesivamente. Esto expandirá el área estimulada e incrementará el placer en la otra persona al estimular diferentes zonas al mismo tiempo.
El momento clímax del masaje llega cuando cambias las caricias por besos, entretente en el mismo recorrido desde las clavículas, pasando por el cuello hasta el lóbulo de la oreja y ocupa las manos en acariciar otras partes del cuerpo. Alterna los besos con pequeños movimientos de la punta de la lengua, sobre todo en el interior de la oreja.
Este será el mejor y último momento del masaje erótico en las orejas, cuando la otra persona habrá llegado a su estado de excitación más elevado.
Los masajes eróticos tienen múltiples beneficios. Entre ellos el autoconocimiento, te permite descubrir lo que te excita que depende mucho de cada persona. Te ayuda a que te sea más fácil comunicarte con tu pareja sexual durante el masaje e incluso luego. También son un preliminar muy eficaz para antes del sexo y hace que surja más intimidad en la pareja. Descubre más de los masajes eróticos y todo el placer que conlleva en nuestro centro de masajes en Barcelona Shiva Massage.