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Nuestras masajistas lo tendrán todo preparado para conseguir inducirte en un estado de máxima relajación. Ellas sabrán realizar sus pases por las zonas más sensibles, para ir poco a poco aumentando el placer. Un masaje que comience sobre la espalda, desviándose hacia el interior de los muslos, deslizándose por las nalgas puede evolucionar hasta centrarse en las zonas más erógenas y sensibles.
Esta sensibilidad varía según la persona, y cada efecto es diferente en cada cuerpo, indiferentemente de si se es hombre o mujer. ¡Descubrir cómo tu cuerpo reacciona a los masajes eróticos es una increíble forma de conocerse!
Las zonas erógenas son las aquellas con una sensibilidad especial, capaces de albergar estímulos placenteros. Esto es debido a la cantidad de terminaciones nerviosas que poseen. Durante un masaje erótico las zonas erógenas reaccionan con mayor sensibilidad frente a las caricias de nuestras profesionales, que conocen el tiempo y las atenciones necesarias para hacerlas responder de forma satisfactoria.
Podemos diferenciar entre zonas demasiado sensibles —que pueden producir cosquillas si no se saben tratar—, denominadas zonas erógenas primarias (como los genitales) y las zonas erógenas secundarias (como el interior de los muslos). Un masaje erótico comienza y se termina por caricias, evolucionando desde estas zonas secundarias hasta las zonas primarias.
Los estudios muestran que las zonas erógenas se encuentran junto a áreas genitales en los mapas corporales dentro de nuestro cerebro. Estimular estas regiones provoca sensaciones realmente placenteras sin que eso implique experimentar un orgasmo.
A pesar de la cultura, el sexo o la preferencia sexual, el mapa cerebral responsable de determinar ciertas zonas como erógenas es el mismo. Esto se debe al área del cerebro responsable de las emociones y la percepción del tacto.
La velocidad indicada de una caricia en la piel es de 5 centímetros por segundo. No es tan importante la zona en sí, sino también la forma en la que nuestras masajistas realizan sus caricias. La relajación que provocan las caricias en las zonas erógenas conduce a un estado de éxtasis que permite una mayor recepción y sensibilidad en el cuerpo. Las zonas erógenas aumentan el deseo y el placer. Y nuestras masajistas conocen cada detalle para generar el máximo placer en las zonas erógenas.
En Masajes Shiva te ofrecemos toda la experiencia y sabiduría junto a las mejores técnicas de masaje erótico para que disfrutes.